viernes, septiembre 04, 2009

La mujer en la Iglesia catolica


La Iglesia no solo discrimina al homosexual, vea usted.
Como todos sabrán, cada 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer en el que los gobiernos de distintos países, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil se unen para informar sobre el avance en materia de equidad e igualdad de género, así como para denunciar la discriminación y violencia que muchas mujeres sufren en distintos ámbitos de su vida diaria. Aunque existen algunos que cuestionan esta celebración y es evidente que la igualdad de género sigue siendo un tema pendiente en muchos sectores de la población, es importante reconocer que esta fecha busca concientizar a la ciudadanía de la igualdad que debe existir entre los géneros y entre los humanos.

Desafortunadamente y por increíble que parezca, en pleno siglo XXI aún hay quienes parecen estar en contra del avance de la mujer y del desarrollo humano en general. Para muestra un ejemplo: el Vaticano celebró el pasado 8 de Marzo con la publicación en su diario semanal L’Osservatore Romano de un artículo titulado La máquina de lavar y la emancipación de la mujer donde explica que no ha sido la píldora anticonceptiva o el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, que tampoco ha sido el derecho al voto, ni el derecho al trabajo remunerado, ni la participación femenina en sectores destinados anteriormente sólo a los hombres lo que ha contribuido a la liberación de la mujer; no, el avance de la mujer se debe a la lavadora que ha permitido una “supermujer en el hogar, sonriente, maquillada y radiante entre los electrodomésticos de su casa.”

Según lo entiendo, la mujer debe celebrar no que sea una profesionista con opiniones y decisiones en cualquier ámbito de su vida, sino una mujer sonriente que mantiene limpia su casa gracias al uso de la lavadora (aquí una reacción al artículo). Así que toda la lucha que miles de organizaciones civiles, agencias internacionales de desarrollo y de la sociedad civil han tenido durante décadas para situar a la mujer en un contexto social igualitario de nada ha servido si no tenemos una lavadora en nuestros hogares.

Entonces no nos parezca extraño que cuando casi hemos terminado el primer decenio del siglo XXI aún siga siendo necesario destinar un día a la mujer; mientras sea maltratada, discriminada, violentada o, se crea que para ser moderna y libre debe utilizar cualquier electrodoméstico, entonces me temo que el tema seguirá siendo tan actual como lo era hace cincuenta años. Y, mientras la Iglesia Católica tenga percepciones tan equivocadas de la mujer y del ser humano, mientras no se involucre realmente con la sociedad, mientras su intención sea sólo tener el poder, entonces seguirá perdiendo adeptos; aunque quizá en este punto valga pena preguntarnos si a estas alturas necesitamos realmente pertenecer a alguna religión.

Quiero cerrar este post con el párrafo de un texto que, aunque fue escrito hace más de 130 años, sigue adecuándose tristemente a la situación actual de la religión y la sociedad:
Y no solo eso ademas la iglesia catolica, prohibe a la mujer el uso de anticonceptivos, prohibe a la mujer que sea sacerdote, y aparte existen pasajes del nuevo testamento que denigran a la mujer.
Ahora la Iglesia podra decir que no es machista ni bisojina, y que apoya a la mujer, pero eso nomas lo dice por querer modernisarse, antes las denigraban y decian que no tenian alma, ademas decian que cargaban con el pecado de Eva, y que sus actos conducirian al pecado y que solo se salvaria con la gracia de un hombre.
Les recomiendo el libro mexico ante dios.

La mujer en la sociedad de hoy





Lamentablemente desde la revolucion sexual, estamos todavia viviendo en una sociedad dominada por el machismo, tanto en el ambito cultural, social y sexual.
Vivimos en un mundo sexual todavia dominado por las fantasias masculinas, esto se ve en que en latinoamerica es muy bien visto que dos chicas se saluden de beso, duerman juntas, bailen juntas o vayan juntas al baño, esntarse en las piernas una de la otra etc.
Pero en los hombres, esto no esta socialmente perimitido, porque lo vinculan directamente con la homosexualidad, ¿Porque estos comportamientos femeninos no los vinculan tambien con el lesbianismo?
Bueno tal vez si lo vinculan, pero desgraciadamente etamos en un mundo sexualmente dominado por las fantasias masculinas, y este es un claro ejemplo, pues durante tiempo se ha visto que el hombre tiene como fantasia tener una imagen lesbica de la mujer, y esto se hace patente, en las peliculas para adultos y en la pornografia, si en ese tipo de peliculas al igual que los habitos sociales, el hombre solo tiene sexo con chicas, mientras que las chicas tienen sexo tyanto con los chicos como con las chicas, la pornografia todavia es dirigida solo a varones, esta es una verdadera realidad de que en occidente,(sobretodo en America), la mujer todavia es vista como un objeto sexual, y unamonos todos para exigir a la sociedad de que se respeta la imagen de la mujer y tenga derechios de expresar su sexualidad y sus fantasias.

La mujer en el judaismo


El Valor de la Mujer en el Judaismo

Por Rina Levi



A lo largo de la historia de la humanidad, el papel de la mujer en este mundo ha tomado distintos matices y muchas veces ha sido mal interpretado y despreciado. Sin embargo, mediante un estudio auténtico, basado en nuestras fuentes, podremos llegar a obtener una visíon clara del rol de la mujer en este mundo, y especialmente en la vida del hogar judío.

La Creacíon de la Mujer

La Torá nos cuenta que después de que D'os creó al primer hombre, lo durmió y separó de éll a quien sería su esposa, Javá, pues él había visto que estaba solo y necesitaba una compañía. A Javá la Torá la llama "ézer kenegdó" - es decir, una ayuda para él.
Dicen los Sabios que Adam no llegó a ser íntegro y completo hasta el momento en que Javá fue creada. Es decir, que el concepto de ser "una ayuda para él" significaba complementarlo. De aquí aprendemos que para que el hombre pueda cumplir correctamente su función en este mundo, necesita a la mujer. Y por eso se debería categorizar al hombre como el "sexo débil", pues fue él el que necesitó de la ayuda de su mujer, y no al revés.
Por otro lado, la Torá dice en Génesis 2:23: "Adam dijo: Esta vez, este es hueso de mis huesos y carne de mi carne". Esto nos enseña que también la mujer necesita del hombre para estar completa. Toda mujer, así como Javá, es "la madre de toda vida" (3:20). Ella es la renovadora eterna de la humanidad, la que da a luz a nuevas vidas y da forma a su relación con el hombre. Y es por esta razón que la mujer necesita al hombre para poder llevar a cabo su función y cumplir junto con él, el propósito de la vida. En definitiva vemos que uno sin el otro no pueden llegar a ser íntegros ni completos.
Más aún, a pesar de que las diferencias físicas que existen entre el hombre y la mujer nos muestran sus diferentes roles, puesto que ambos fueron creados a imagen de D'os, así como está escrito en Génesis 1:27: "Entonces D'os creó al hombre a Su imagen y semejanza; a imagen de D'os Él los creó; hombre y mujer Él los creó", esto nos debería enseñar que, de hecho, la mayor parte de sus funciones en este mundo son similares. Los dos fueron creados con la suprema función de servir a D'os, y este concepto de espiritualidad es la que le da propósito y significado a sus vidas.

Transmitiendo Nuestros Valores

En la vida judía, la mujer es la base de nuestra existencia como pueblo y la encargada de transmitir nuestros valores de generación en generación. Esta función le ha sido encomendada a la mujer en la revelación de D'os en el monte Sinai, así como está escrito en la Torá: "Moshé ascendió a D'os y Él lo llamó desde la montaña diciendo: Así dirás a la casa de Iaacov y relatarás a los hijos de Israel" (Shemot 19.
Los Sabios nos enseñan que al decir "la casa de Iaacov", el versículo se refiere a las mujeres, y al decir "los hijos de Israel", se refiere a los hombres. Además, al referirse a la casa de Iaacov la Torá dice "así dirás", mientras que respecto de los hijos de Israel, el texto dice "y relatarás". Y esto nos enseña que a ellas se les debe hablar con una voz suave, y no en forma dura y firme (como a los hombres), pues ellas son más sensibles. En verdad, no es necesario hablarle a la mujer con un tono de voz fuerte o estricto pues ella es delicada y agradable, y es por eso que puede entender las cosas de esta misma manera, y un tono de voz suave es suficiente para que ella capte el mensaje. Pero si todo el propósito de Moshé al hablarle a las mujeres fue pedirles que acepten la Torá, ¿por qué fueron mencionadas primero?
La respuesta es que estas palabras no se refieren sólo a la aceptación de la Torá sino que tienen un significado mucho más profundo. Lo que se le transmitió a las mujeres fue su misión, su propósito en la vida. A ellas se les dijo que serían las que transmitirán el mensaje al pueblo judío. Ellas serían las que tendrían que hacerse cargo siendo las maestras del pueblo judío. Y esta es la razón por la cual se les hablá primero a ellas, dándoles prominencia, pues las enseñanzas de la madre significan mucho más para el niño que las del padre.
Sin embargo, nosotros sabemos que la mujer no está obligada a enseñarle a su hijo, entonces, ¿por qué aquí se le dice a ella que lo haga?
La razón es porque la enseñanza a la cual nos referimos aquí es la enseñanza que precede a todas las demás enseñanzas: la enseñanza del jesed (benevolencia). Es la benevolencia de la madre más que la firmeza del padre la que le dará al niño un hermoso e ideal amor por la Torá. Entonces, el niño tendrá un amor natural por la Torá, por la belleza y por el jesed que ésta contiene.
Torá sin jesed no es Torá. La Torá de la madre es el jesed, y esta Torá debe ser transmitida primero - antes que la del padre.

Grandes Mujeres de Nuestra Historia

Esta importante función que la mujer desempeña, es vista en los grandes momentos de la historia judía, donde la mujer muchas veces ha jugado un rol destacado. De hecho, los Sabios nos enseñan que por el mérito de la rectitud de las mujeres fuimos redimidos de Egipto. Además, el Talmud nos enseña que siete mujeres de nuestro pueblo han llegado al nivel de la profecía: Sará, Miriam, Deborá, Janá, Avigail, Juldá y Ester.
En muchos relatos bíblicos se nos muestra a la mujer actuando con inteligencia, modestia, diligencia, hospitalidad, humildad, compasión, etc. Sará, aconsejó a su marido Abraham. Rivká, percibió al verdadero merecedor de las bendiciones de Itzjak. Rajel, entregó la palabra clave a su hermana Leá en la noche de su casamiento, para no avergonzarla delante de la gente de la ciudad. Leá, suplicó a D'os para no tener que casarse con el malvado Esav. Y muchas historias más. Pero a pesar de que las mujeres forman y han formado parte de los momentos más cruciales de nuestra historia, nunca buscaron reconocimiento, sino que se comportaron de manera recatada, a pesar de sus grandes logros.
El rey David compara a las hijas de Israel con los ladrillos de las esquinas de una pared, y el Malbim explica: cuando una pared es construida, primero se construyen las dos esquinas. Luego, una soga se desliza de una esquina a otra para asegurar que los dos ladrillos centrales están ubicados a la altura correcta. Entonces, los ladrillos de las esquinas constituyen el punto de referencia. Pero a pesar de que las esquinas cumplen un rol tan importante, después de construida la pared, ellas quedan a los costados pasando desapercibidas. Y este es el comportamiento de la verdadera mujer judía, pues mediante esta cualidad de modestia ella obtiene todas las bendiciones de D'os en su hogar.

Una Joya Valiosa

El judaísmo resalta la importancia de la mujer, su delicadeza y nobleza, mediante ciertas obligaciones. Y más allá de las razones elevadas y profundas que éstas puedan tener, podemos ver cómo ellas se ocupan del cuidado y la protección de la mujer en la vida familiar y comunal.

La Tzniut - El Recato

El recato protege la intimidad y privacidad de la mujer, resalta su autoimagen y ayuda a desarrollar su ser interior al darle la importancia adecuada a su verdadero ser: su alma. Así como un diamante debe ser protegido del robo y del daño - y para eso debe estar bien recubierto en un lugar seguro - así también la vestimenta y la conducta refinada, agradable y digna protegen a la mujer y le garantizan la preservación de su pureza.

La Ketuvá - Contrato Matrimonial

En el día de su casamiento la mujer recibe bajo la jupá una "ketuvá" en la cual están escritas y especificadas las obligaciones del hombre para con ella. Aquí vemos cómo los Sabios se han ocupado de proteger a la mujer incluso respecto de sus necesidades materiales, como ser una casa para vivir, ropa, comida, etc.

Taharat Hamishpajá - La Pureza del Hogar

Todas las leyes relacionadas con la pureza familiar nos demuestran, entre otras cosas, la gran sensibilidad que nos transmite la Torá respecto de la mujer y su vida matrimonial.

* * *

La mujer judía sabe que la función más importante de su vida es crear un hogar feliz y agradable. Mediante sus refinadas cualidades y bondad, ella trae luz no sólo a su familia sino al mundo entero. La mujer judía está orgullosa de tener la responsabilidad de ser un "ezer kenegdó" - una ayuda para su marido y su meta es poder llegar a mantenerse fiel a ese honor y responsabilidad. Para lograr esa tan elevada ambición ella se dirige a D'os - su Fuente de ayuda - en todo momento.

En nuestras manos está la elección de trabajar para llegar a ser "una verdadera mujer judía" - Qué D'os nos ilumine con sabiduría y claridad!